viernes, 6 de junio de 2014

Guanacastecos mueren en silencio.






Uno al entrar a la unidad de diálisis del Centro de Atención Integral de Salud (CAIS) ,de Cañas Guanacaste se encontrará historias de personas que luchan por vivir a pesar de no tener un riñón algunos esperan a ser llamados por un transplante, mientras otros esperan morir en silencio.
Hoy al entrar a la Unidad de diálisis me recibieron tres personas  Don José Felipe Acuña Garay, Luis Enrique Barahona, Carlos Barilla Pastrana que en este reportaje conoceremos un poco más acerca de la situación que ellos viven día con día esperando recibir la noticia de que son candidatos para un transplante de riñón o esperando lentamente la muerte.
Estas personas son trabajadores del campo la única fuente para sobrevivir  y algunos de ellos no tiene pensión.
El caso de José Felipe es un caso muy distinto  a este vecino de Bebedero de Cañas  tiene 49 años, trabajo en el cultivo de caña de azúcar y hace dos años le descubrieron que tenía insuficiencia renal crónica gracias a la Dra. Fernández pero este paciente se aferra a la vida día a día  su principal fortaleza es Dios y además no cuenta con una pensión debido a que le falta dos cuotas para pensionar pero como el me comento la han visto fea pero han salido adelante, algo que me llamo la atención es que tiene una niña de dos años algo que debemos rescatar es el apoyo familiar que ha tenido para salir adelante con esta enfermedad.
Otro caso que me impacto  fue el de Luis Enrique Barahona, vecino de Cañas centro  tiene 48 años  Don Luis trabajo en un aserradero de la localidad y su enfermedad  está en fase 5  no se puede hacer nada para contrarrestar el daño  fue detectado hace 3 años ahora lo que le aplican es la diálisis mientras encuentra un transplante de riñón, ese día estaba un poco decaído pero acepto mi entrevista como grandes amigos. Me llamo la atención su forma de enfrentar esta cruz para seguir adelante, el primer síntoma que presento fue entumeciento de las piedras y vómitos muy frecuentes   que esta lo dejaba descompuesto de tanto esfuerzo que hacía para poder devolver lo que tenía en el estómago.
Estos testimonios muestran la cruda realidad que viven ellos día con día en la Unidad de Diálisis en el CAIS  donde son muchos pacientes que necesitan esto para poder seguir viviendo aunque algunos de ellos no duran mucho por su condición o su estado avanzado pero son luchadores que demuestran su gran fortaleza y fe de serán sanados por nuestro padre celestial. Muchos de ellos son Guanacastecos que mueren en silencio al esperar una solución para su problema y algunos de ellos son de escasos recursos esto dificulta a los enfermos para que reciban su tratamiento sigan viviendo 



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