domingo, 25 de septiembre de 2022

Folcloreando: Trajes con sabor a Puerto

Fotografía con fines ilustrativos 

 

Por: Fabricio Alfredo Obando Chang, Periodista. 

Cada provincia cuenta con sus trajes representativos en donde se rescatan las costumbres y tradiciones de un pueblo pero también el acervo cultural. 

Pero en Puntarenas hay una persona que se encuentra dedicada de hace bastante tiempo en el rescate de la identidad porteña o puntarenense, y es la profesora Xinia Soto Mora, folclorista y coreográfa del Grupo de Proyección Flor de Reseda que sigue manteniendo viva la cultura de la bella perla del Pacífico pero sobretodo han viajado fuera del país dejando en alto a la provincia.

¿Qué es la Puntareneidad? 

Según la página San José Volando el significado de Puntareneidad se debe a que esta región tiene mucho acervo cultural y es habitual encontrarse a las personas afuera de sus casas con sus familias disfrutando de la tarde al aire libre. Se destacan tradiciones porteñas como la gastronomía, “mejenguear” en la playa, bailar, pescar y llamarse por apodos.

Trajes Típicos de Puntarenas

Muchas personas por desconocimiento o también por falta de investigación tienden a confundir los trajes que usaban nuestros antepasados en Puntarenas. A continuación les presentó los trajes que se usaban desde 1776 a 1950 principios del siglo XX.


Traje de Gala Puntarenas (1776-1930)

Desde el año 1776 nos llega el aroma de Chiriquí Panamá, cuando el señor Miguel Antonio Unanué, utilizó por primera vez la Punta de Arena como Zona de embarque y desembarque para facilitar el comercio del tabaco. 

Con él se inicia una inmigración de chiricanos panameños y por lo tanto con la llegada de ellos a la Punta de Arena  se vio influenciada la forma de vestir, la música, las comidas y las tradiciones de la ciudad.

Los hombres vestían de blanco completo: pantalón sin cremallera, una guabayera manga larga, los zapatos con hebilla de oro, podían ser blancos pero se pueden usar negros y sombrero de pita. 

En el caso de las mujeres de blanco completo: falda larga con dos vuelos y blusa con vuelos, encajes bordados a mano, Chalina con encajes de color negro que llegaba antes de los tobillos, Moño trenzado adornado con flores de resedas, argollas y cadena de oro o una cintilla en el cuelo con una cruz de oro. La ropa interior se componía de corpiño, calzón bombacho antes de los tobillos y un chingo no muy volado con amarre a la cintura, porque no se usaban elásticos ni botones.

Las telas que usaban eran algodones y encajes muy finos porque lo usaba la gente adinerada. La ropa interior era muy delicada y recatada.

Este traje era usado para fiestas familiares, matrimonios, misa, para ir a bailar y las fiestas patronales. 




Traje de trabajo pescadores artesanales (1900-1950)

Las olas del mar al tocar la arena, nos recuerdan que la faena diaria, es el dulce recuerdo del trabajo de cada día. Los pescadores hombres sencillos de pantaloncillos cortos y camisas humildes(Chinilla) traen el sustento a diario a los hogares salen en sus botes abrigando la esperanzade un futuro mejor. Las munjeres usaban faldas de flores y blusas humildes llevan en sus ropas la historia de un pueblo costero con aroma a puerto. Así empieza el siglo XX. 

Las mujeres usaban una combinación interior, calzones largos bombachos todos hechos en manta. Faldas hasta los tobillos de diversos colores y diseños, blusas sencillas con mangas bombachas que se amarraban con una tirita cosida por dentro de la manga, a la vez su cuello ancho se cerraba con una tira de la misma tela, pañuelo en la cabeza estilo triangular o rectangular y sombrero hecho con la palma de coco y usaban caites en los pies algunos de cuero y otros hechos de caucho de llantas alpargatas, un caballito de mar y un escapulario era común usarlo en el cuello de la mujer.

Los hombres con pantalones cortos o recogidos pueden ser de army, mezclilla o tela resistente, camisas de chinilla de diversos colores, sombrero de palma de coco y un escapulario de la Virgen del Carmen y se ajustaban a los pantalones un mecate de cabuya.



Traje laboral de Chomes (1900- 1950)

Y allá dentro de los manglares de Puntarenas, las mujeres de Chomes vestidas con sus faldas largas y sus blusas recatadas despedían a sus esposos quienes se van de pesca ellos con sus pantalones arrollados sus camisas mangas largas dejan un aroma de nostolagía pero el regreso estará lleno alegría. 

Se dice que es un traje típico muy propio de la zona. Contaban los entrevistados que ellos tienen influencia de Panamá y Chiriquí.

Los hombres vestían de camisa manga larga, pantalón de army o mezclilla, sombreros elaborados con palma de coco y collares de conchas. Se ajustaban el pantalón con un mecate.

Las mujeres usaban una blusa sencilla que se ajustaba hasta la cintura con un cinturón y faldas hasta los tobillos, pañuelo en la cabeza, la bistuería era realizada con conchas y semillas de "Lágrimas de San Pedro" usaban sandalias de cuero o descalzas. Las telas usadas por los trajes eran de algodón o manta pero también se reporta el uso de la chinilla y la yerbilla. La ropa se podía realizar a mano o comprada.




Traje laboral ferrocarrilero y la ventera del tren (1910- 1930)
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El tren se acerca a Orotina y el olor a gallina achiotada, resbaladera, marañones, huevo duro y muchas comidas que comienza inundar los vagones de pasajeros, son las venteras mujeres trabajadoras que vienen vendiendo con su natural alegría. El ferrocarrilero bien vestido, elegante pasa a su lado, hoy es la fiesta del Corazón de Jesús, hay una misa en el muelle de Puntarenas... ahí viene el tren, cargado de elegancia, fe, aseo y amor. 

Los hombres ferrocarrileros inspeccionaban las líneas del tren, vestían de pantalón largo color oscuro sin paletones con faja de cuero, camisa manga larga completamente abotanada y zapatos estilo "burro"lo que se conoce ahora como Caterpillar. La ropa era comprada o hecha de manera industrial. Usaban sombrero de manta gruesa engomada. Eran hombres serios y responsables del buen estado de la línea. 
Las mujeres venteras usaban faldas hasta los tobillos, su ropa interior consistía en una combinación y calzones eran de manta, sandalia de cuero, blusa sencilla hecha de yerbilla con mangas que llegan hastas los codos, amarradas con una tirita por dentro de la misma tela, el cuello es redondo. La tela que usaba era algodón o yerbilla, delantal de manta con tres bolsitas en una llevaba un pedazo de tela limpia, en otra bolsitas de papel  y en la otra el dinero. Usaban unas palanganas grandes de aluminio envueltas en tela  con un paño enrollado. El pelo recogido y cubierto completamente por un pañuelo. 



Trajes de bailes de salón de Puntarenas (Bolero 1930-1950)

Desde el antiguo salón Los Baños frente al mar y bajo la romantica luna de Puntarenas nos llega el aroma de los bailes de bolero, danzón, mambo y chachachá. Se acercan las damas elegantes... Y ahí viene los caballeros garbasos y distinguidos. Se oye la Sonora  Matancera, Celia Cruz canta y las parejas se lucen con sus pasos de expertos bailarines.

Las mujeres se vestían muy elegantes con trajes ajustados a la cintura y faldas acampanadas hasta la pantorilla, telas de cretona lisas o estampadas, peinados con bucles. Usaban argollas y cadenas de oro, zapatos de tacón cerrados, usaban corpiño y ropa interior muy fina y muy recatada. 

Los hombres usaban pantalón con dos paletones (el primero era corto y el largo daba el quiebre hasta el ruedo), se almidonaba la tela. Era muy característico el uso de una cadena que prendía del cinturón y reposaba en unos de los bolsillos  normalmente con un reloj. La camisa de hilo o algodón blancos lisos o a rayas muy fina de cuello "chino"y mangas recogidas. Usaban cadenas de oro y zapatos muy elegantes con una hebilla de oro. 



Traje laboral de los coyoleros de Quepos (1880-1930)

Desde Nicaragua a mediados del siglo XX, nos viene un aroma de Los Coyoleros. Hombres y Mujeres que llegaron a Quepos principalmente a Parrita para trabajar en la recolección del fruto del coyol. Ahí van los hombres y mujeres se adentran en las madrugadas a los coyoleros. En ciertas noches matan un chancho y beben al fulgor de la noche.

Alegres y trabajadores, los coyoleros son parte de la historia de las antiguas tierras del Cacique Quepoa. Entre tantos posibles trajes de Quepos se han ganado una digna mención por su aporte a la cultura.

Las mujeres que trabajaban en las coyoleras usaban botas de hule al igual que los hombres. No usaban delantal para recolecta del coyol solamente para la faena del hogar. Faldas largas sencillas sin vuelos, la blusa sin vuelos al frente con un escote en un "V" y un cuello estilo solapa. El pelo recogido o suelto amarrado con un pañuelo del color de su falda  o blusa. 

Los hombres con pantalones de colores oscuros y botas de hule, sus ruedos metidos dentro de la bota de hule para protegerse de las mordeduras de las serpientes . Ajustaban a su cintura la vaina y el machete con mecate de cabuya. Camisa manga larga de diversas colores y telas pañuelos en el cuello y en las bolsas del pantalón y chonete en la cabeza. 


 
A continuación les presentó un video donde se explica muy bien los trajes típicos de Puntarenas y cuentan con la declaratoria de la Municipalidad de Puntarenas como los trajes oficiales de la provincia en el año 2020.




lunes, 18 de abril de 2022

“Mi vida propia es mi único documento”, por Fabricio Alfredo Obando Chang



Primer capítulo:

El nacimiento de nuevo ser.

El día que nació nuestro querido personaje estaba el clima muy soleado y hacia un viento muy fuerte muchas personas piensan que fue el traería muchos cambios en todo su entorno.

El 2 de julio de 1992 era la fecha designada para el nacimiento de este niño que irradiaba mucho luz y una fuerza que nadie conocería hasta que fuera un poco más grande, su madre era Orietta Chang Araúz, una señora regordita, con el pelo negro, los ojos medio achinados y la cara de porcelana y el padre del niño es: Fabricio Obando Marchena, un hombre alto como los árboles que echan raíces y crecen de una forma mágica, moreno tostado por el sol del puerto y un pelo negro que brillaba en la oscuridad.

Su hijo tiene varias raíces, pero siempre salen a relucir las guanacastecas y un poco del puerto que lleva en su corazón, vino al mundo a las 9:45 am ese niño estaba bien despabilado y lo recibieron con mucho cariño en el hospital San Juan de Dios en donde la madre de este se murió por unos segundos y luego la revivieron para que pudiera conocer al pequeño pero gran ser humano.

 Vivieron unos pocos días en San José en la casa de quien fuera su padrino de bautizo su tío Alfredo a por cierto se me había olvidado mencionarles el nombre le pusieron: Fabricio en honor a su padre y Alfredo por su abuelo a quien no puedo conocer.

Ya después de haber obtenido el permiso del médico se trasladaron a Las Juntas de Abangares en donde casi toda la familia lo esperaba con ansias para cuidarlo con mucho cariño y darle mucho amor. Los primeros meses de vida fueron lleno de muchos contratiempos porque ese niño se enfermaba a cada rato y pobre los padres les daba dolores de cabeza, pero con el paso del tiempo se volvería a tranquilizar, pero en la adolescencia volvería esos dolores de cabeza, pero más adelante les contaré eso con todos los detalles.

Lo bautizaron en la iglesia central en donde todo el mundo estuvo presente para recibirlo como un nuevo ciudadano a la iglesia católica de allí en adelante no se volvería a salir porque le ayudaría a su abuela materna y paterna en los asuntos de la iglesia de una manera tan diplomática que todo el mundo se asustaba. Pero casi todo pensaba que me haría sacerdote por mi cercanía con todos los temas de la iglesia, pero la balanza cambio de posición para irse al mundo del periodismo y las letras. Pero al final casi todo el mundo le quería solucionar la vida al personaje de esta maravillosa historia.


Pronto estaré subiendo el segundo capítulo de las crónicas de mi vida 

Dos años de soñar, bailar, crear y brincar en las olas del mar de Puntarenas

  Desde siempre la provincia de Puntarenas ha estado vinculada en mi vida desde mi primera infancia en los paseos de fin año a la casa de la...