miércoles, 29 de julio de 2020

La risilla de mi madre ahora la tengo yo







Por: Fabricio Alfredo Obando Chang, Periodista


Muchas personas que conocieron a mi mamá la recordaron por su sonrisa contagiosa que irradia luz a todo el mundo, nunca se le escuchó sentirse mal por sus dolencias por ella tenía su mejor medicina la risilla mágica que la olvidaba de todos sus problemas. Algunas veces me pongo a observar en mis albúmenes fotográficos y me digo a mismo ¡Tengo la misma risilla que mi mamá!, hasta en eso me parezco a ella y es muy curioso porque me lo dicen personas conocidas de mi familia y hasta en la familia.

Mi madre tenía una risilla escandalosa que escuchaba por todo el vecindario era la que llenaba de alegría a todos el mundo siempre tenía un rostro de porcelana bien marcada esa risilla mágica pero calmaba todos mis temores y las angustias de sus amistades. Me recuerdo un día cuando me encontraba en la parada del bus esperando para irme a mi casa, me decía sobre esa risilla que ahora la tenía yo y el mismo pensamiento de ver la vida. Le respondí: Claro que sí, aunque trato parecerme a los dos porque me enseñaron a ser felices.

Si supieran que esa risilla y me ayudó a conquistar al amor de mi vida aunque les cuento es un poco amargado pero lo endulzado por mi sonrisilla pero va aprendiendo poco a poco el tener ese espíritu hermoso y sobre todo el comprender que esa risilla sana todo los dolores físicos y del alma.

Creo que la risilla fue lo más hermoso que me dejo mi madre porque con ello ilumino la vida de muchas personas que se encuentran en mi alrededor y especialmente cuando alguien me ve su tristeza cambia por un rostro feliz me parece un poco raro pero seguramente ese es el reflejo de mi madre en mi humilde ser. 
Algunas personas piensan que es una risilla nerviosa pero es todo lo contrario es felicidad a nivel extremo como le agradezco a mi madre por ser el reflejo de ella misma con su risilla. Y también la alegría de misma lo llegó conmigo mismo nunca cambiaré la risilla por una cara de amargado por el deseo más grande es ser feliz con la compañía de la luna llena recibiendo miles de serenatas en mi balcón (aunque no lo tengo), pero lo imaginó de esa forma con mi risilla. 

Recorriendo mi lindo Guanacaste tomándome fotografías con la risilla peculiar pero así soy alegre y positivo.
 

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